¿Alguna vez has tenido que hacer caso a la señal: “Rómpase en caso de incendio”? Seguridad.
La señalización de seguridad es un componente fundamental en la prevención y control de emergencias. Una de las más reconocidas es la instrucción “Rómpase en caso de incendio”, la cual encontramos en edificios públicos, fábricas, oficinas y comunidades de vecinos. Su misión es clara: indicar que, en caso de fuego, se debe acceder al dispositivo protegido tras un cristal o cubierta transparente. Este elemento, aunque sencillo, forma parte de los sistemas de protección contra incendios que salvan vidas.
Detrás de esta señal puede localizarse un pulsador de alarma, un extintor, un mando de disparo automático o incluso una boca de incendio equipada (BIE), elemento vital que debe estar siempre listo para actuar.
Boca de incendio equipada: una herramienta esencial
La boca de incendio equipada (BIE) es uno de los dispositivos más comunes y efectivos en el control inicial de un incendio. Se trata de un armario que contiene una manguera conectada a la red de agua del edificio, diseñada para ser utilizada por los ocupantes en los primeros minutos de un conato.
Generalmente, estos equipos se encuentran protegidos por un cristal que solo debe romperse en una emergencia. La señal “Rómpase en caso de incendio” orienta al usuario sobre cómo acceder rápidamente a este recurso. Mantener las BIEs en óptimas condiciones es una obligación recogida en el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI), y su revisión periódica asegura que siempre estén listas para el uso inmediato.
“Rómpase en caso de incendio”: señalización crítica y obligatoria
La señal “rompase en caso de incendio” no es un simple adhesivo decorativo. Su diseño responde a criterios técnicos estandarizados que garantizan visibilidad y comprensión universal. Con letras blancas sobre fondo rojo, debe colocarse a una altura entre 1,60 y 2,20 metros, asegurando su rápida identificación en cualquier espacio.
De acuerdo con la normativa UNE 23035-4:2003 y la ISO 7010, esta señal debe fabricarse en materiales resistentes como vinilo adhesivo o PVC rígido, capaces de soportar humedad, calor y exposición prolongada a la luz. Su ausencia o mal estado puede suponer sanciones legales y comprometer la seguridad de las personas.
Cómo realizar una auditoría de seguridad contra incendios
Para garantizar la eficacia de estas señales y de los equipos que protegen, es imprescindible saber cómo realizar una auditoría de seguridad contra incendios. Este proceso permite evaluar el estado de las instalaciones, la correcta ubicación de las señales y el cumplimiento de la normativa vigente.
Una auditoría debe incluir:
- Revisión de equipos: comprobación del estado de las BIEs, extintores y pulsadores de alarma.
- Inspección de señalización: verificar que todas las señales “Rómpase en caso de incendio” son visibles, están en buen estado y cumplen con la normativa.
- Accesibilidad: asegurar que no existan obstáculos que impidan el acceso rápido a los equipos.
- Simulación de emergencias: comprobar la eficacia del sistema en situaciones reales de evacuación y uso.
- Documentación técnica: confirmar que las empresas responsables disponen de certificados de mantenimiento y revisiones oficiales.
Con estas medidas, cualquier instalación puede garantizar que sus sistemas de protección activa y pasiva contra incendios cumplen con los más altos estándares de seguridad.
Características técnicas de la señal homologada
Las señales “Rómpase en caso de incendio” homologadas deben cumplir con parámetros específicos:
- Dimensiones estándar: 190 x 90 mm (con posibles variaciones).
- Colores reglamentarios: fondo rojo y letras blancas de alto contraste.
- Materiales: PVC rígido o vinilo de gran resistencia.
- Normas aplicables: UNE 23035-4:2003 e ISO 7010.
- Homologación oficial: producto certificado para uso en edificios de pública concurrencia.
Gracias a estas especificaciones, las señales mantienen su visibilidad incluso en condiciones de humo o baja iluminación, facilitando la actuación inmediata en caso de emergencia.
Ubicación estratégica de la señalización
La instalación de señales “Rómpase en caso de incendio” debe seguir criterios muy claros:
- Encima de pulsadores manuales de alarma.
- En armarios que contienen boca de incendio equipada (BIE).
- Sobre hidrantes y válvulas de control.
- Junto a extintores o cuadros de disparo automáticos.
Su visibilidad es esencial: nunca deben quedar ocultas tras mobiliario, puertas o elementos de decoración. Asimismo, en instalaciones con riesgo eléctrico, químico o industrial, se recomienda que las señales sean fotoluminiscentes para garantizar su eficacia incluso en apagones.
Normativas que regulan su instalación
En España, la señalización contra incendios se encuentra regulada por distintas disposiciones:
- Real Decreto 513/2017 (RIPCI): regula la instalación y mantenimiento de los sistemas contra incendios.
- Norma UNE 23035-4:2003: determina las especificaciones de forma, color y dimensiones.
- ISO 7010: asegura que los pictogramas sean reconocibles a nivel internacional.
El incumplimiento de estas normativas puede derivar en sanciones legales y en un incremento del riesgo en caso de incendio.
Precio y disponibilidad de la señalización
Uno de los aspectos más accesibles de la señalización contra incendios es su coste reducido. Una señal homologada “Rómpase en caso de incendio” puede encontrarse en el mercado desde 0,69 €, lo que la convierte en una inversión mínima frente al enorme beneficio que aporta en términos de seguridad.
Disponibles tanto en tiendas físicas como online, es recomendable adquirirlas a proveedores certificados que garanticen el cumplimiento de las normas UNE e ISO. Muchas empresas de instalación incluyen estas señales dentro de sus proyectos para asegurar que el sistema completo se encuentre dentro de la legalidad.
Un detalle pequeño que protege vidas
La señal “Rómpase en caso de incendio” es un elemento discreto pero esencial en cualquier instalación de seguridad. Colocada sobre una boca de incendio equipada, un extintor o un pulsador, su función es guiar de forma inmediata a los ocupantes de un edificio hacia el recurso necesario para contener un incendio en sus primeras fases.
Realizar periódicamente auditorías de seguridad contra incendios asegura que estas señales cumplan su misión y que los equipos se encuentren listos para actuar. La inversión es mínima, pero su impacto puede marcar la diferencia entre un conato controlado y una catástrofe.
Nunca subestimemos el valor de una señal clara y bien ubicada. En una emergencia, cada segundo cuenta, y esta pequeña instrucción puede salvar muchas vidas.

