Ensayos de resistencia al fuego: así se prueban los materiales usados en la construcción moderna avanzada

Ensayos de resistencia al fuego: así se prueban los materiales usados en la construcción moderna avanzada

En el sector de la construcción contemporánea, la resistencia al fuego es un aspecto esencial que define la seguridad, durabilidad y cumplimiento normativo de cualquier edificación. Las pruebas de resistencia al fuego permiten determinar cómo reaccionan los materiales y sistemas constructivos ante condiciones extremas, garantizando que las estructuras mantengan su integridad el mayor tiempo posible. Estas evaluaciones no solo protegen bienes y vidas humanas, sino que aseguran la fiabilidad técnica de los productos empleados en la arquitectura moderna.

Qué es un ensayo de resistencia al fuego

Un ensayo de resistencia al fuego consiste en someter un material, componente o sistema constructivo a temperaturas y presiones controladas en un entorno de laboratorio, simulando las condiciones reales de un incendio. Su propósito es evaluar la estabilidad estructural, la integridad frente al paso de llamas o gases calientes, y el aislamiento térmico del material.

Los laboratorios especializados emplean normativas europeas como la UNE-EN 1363-1, y otras específicas según el tipo de elemento:

  • UNE-EN 1634-1 para puertas y elementos de cierre cortafuegos.

  • UNE-EN 1366-3 y 1366-4 para sellados de penetraciones y juntas lineales.

  • UNE-EN 13381 para protecciones estructurales con pinturas o morteros.

Cada prueba determina el tiempo durante el cual el elemento mantiene su rendimiento antes de perder su capacidad de resistencia o aislamiento.

Materiales ignifugados Promatec: innovación y fiabilidad comprobada

Los ignifugados Promatec destacan como una referencia en el ámbito de la protección estructural frente al fuego. Sus productos, ensayados bajo los más altos estándares europeos, proporcionan soluciones seguras para estructuras metálicas, fachadas técnicas, cerramientos o sellados de penetraciones.

Durante los ensayos, los materiales Promatec son sometidos a temperaturas superiores a 1.000 °C, verificando su capacidad para conservar la integridad estructural y evitar la transmisión de calor. Este rendimiento comprobado les permite alcanzar clasificaciones REI 60, REI 90 o REI 120, cumpliendo con las exigencias del Código Técnico de la Edificación (CTE DB-SI).

Además, los productos Promatec se fabrican conforme a criterios de sostenibilidad y eficiencia, garantizando no solo seguridad, sino también una respuesta medioambiental responsable en la construcción contemporánea.

El valor del certificado de ignifugación en la edificación moderna

Contar con un certificado de ignifugación es un requisito técnico indispensable para cualquier material destinado a la construcción de edificios que deban cumplir con las normativas europeas en materia de seguridad contra incendios. Este documento acredita que el producto ha sido ensayado en un laboratorio acreditado y cumple con los parámetros exigidos de resistencia, integridad y aislamiento.

El certificado refleja el tiempo de resistencia al fuego del elemento, expresado en minutos (por ejemplo, EI2 60, EI2 90, REI 120), y sirve como garantía técnica ante organismos oficiales, proyectistas y direcciones facultativas. Asimismo, permite que el material sea comercializado con el marcado CE, conforme al Reglamento (UE) 305/2011 de productos de construcción.

Los ensayos previos al certificado evalúan parámetros como la temperatura interna del material, la aparición de grietas o fugas de gases calientes, y la deformación estructural. Solo aquellos materiales que superan todos los criterios reciben la clasificación y el documento oficial de ignifugación.

La protección pasiva contra incendios: un pilar esencial de la seguridad estructural

La protección pasiva contra incendios constituye la primera barrera frente a la propagación de las llamas y del humo en un edificio. Su función es evitar la expansión del fuego, garantizar la estabilidad estructural y permitir la evacuación segura de las personas.

A diferencia de los sistemas activos, como los rociadores o detectores automáticos, la protección pasiva actúa de manera constante e independiente de la intervención humana. En este grupo se incluyen las pinturas intumescentes, los paneles y morteros ignífugos, las puertas RF, los sellados cortafuegos y los revestimientos estructurales.

El cumplimiento de la normativa vigente en materia de protección pasiva es fundamental para asegurar que cada componente del edificio responda eficazmente ante el fuego, manteniendo las compartimentaciones y retrasando la propagación del calor a zonas no afectadas.

Procedimiento de un ensayo de resistencia al fuego

El procedimiento de prueba busca reproducir de forma precisa las condiciones de un incendio real. El material se coloca en una estructura de ensayo y se somete a una curva tiempo-temperatura normalizada, alcanzando temperaturas que superan los 1.000 °C en menos de una hora. Durante el ensayo se registran diversos parámetros:

  • Temperatura superficial e interna, mediante termopares.

  • Deformaciones o pérdida de estabilidad estructural.

  • Aparición de fugas de gases o llamas.

  • Tiempo de fallo del material según sus tres funciones principales: estabilidad (R), integridad (E) o aislamiento (I).

La duración de resistencia obtenida define la clasificación del material. Por ejemplo, un elemento REI 120 mantiene sus tres propiedades durante 120 minutos continuos bajo exposición al fuego.

Ensayos específicos: pinturas intumescentes, puertas RF y sellados cortafuegos

Las pinturas intumescentes se utilizan para proteger estructuras metálicas. Bajo la acción del fuego, estos recubrimientos se expanden y generan una capa aislante que retrasa el calentamiento del acero. En los ensayos, se mide el tiempo que tarda el metal en alcanzar 500 °C, temperatura a la que pierde el 60 % de su resistencia.

Las puertas RF (Resistentes al Fuego), por su parte, son esenciales en la compartimentación de incendios. Su misión es impedir la propagación del fuego entre sectores y facilitar la evacuación segura. Estas puertas se ensayan según la norma UNE-EN 1634-1, evaluando integridad, aislamiento y capacidad de auto-cierre tras la exposición.

Los sellados cortafuegos, regulados por las normas UNE-EN 1366-3 y 1366-4, se aplican en pasos de instalaciones y juntas lineales, garantizando la estanqueidad y la estabilidad térmica de los muros y forjados atravesados por conductos o cables.

Certificación, marcado CE y cumplimiento normativo

Tras superar las pruebas, los fabricantes obtienen el informe de clasificación y el certificado de constancia de prestaciones, documentos necesarios para comercializar los productos con marcado CE. Este sello garantiza que el material ha sido evaluado conforme a los métodos de ensayo establecidos por la normativa europea y que ofrece las prestaciones declaradas.

El marcado CE y los certificados asociados son exigidos en proyectos de edificación para demostrar el cumplimiento de las disposiciones del CTE DB-SI y las reglamentaciones locales en materia de seguridad. Los responsables técnicos deben conservar esta documentación durante toda la vida útil del edificio.

Garantía de seguridad y cumplimiento normativo

Los ensayos de resistencia al fuego son la base de toda estrategia de seguridad en la edificación moderna. Gracias a la aplicación de normas rigurosas, la obtención del certificado de ignifugación y la incorporación de materiales de alta calidad como los ignifugados Promatec, se garantiza que las construcciones ofrezcan una protección pasiva contra incendios eficaz y duradera.

El compromiso con la seguridad, la investigación continua y la certificación reglamentaria consolidan un modelo de construcción más seguro, eficiente y preparado para resistir las emergencias más exigentes.

 

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *