Incendio en Ribeira resalta la necesidad de reforzar la seguridad en cocinas profesionales.
Un incendio declarado en un establecimiento del centro de Ribeira ha vuelto a poner de manifiesto la importancia de reforzar la seguridad y la prevención de incendios en los negocios dedicados a la hostelería. En esta ocasión, la rápida intervención del personal permitió controlar las llamas, pero el suceso ha dejado en evidencia los riesgos a los que están expuestas las cocinas profesionales cuando no se cuenta con un mantenimiento adecuado de los sistemas de extracción y ventilación.
El fuego se originó en la zona de la chimenea, poco después de que esta fuera sometida a tareas de limpieza. La acumulación de grasa y el calor del encendido inicial de las brasas provocaron que las llamas se propagaran hacia la campana extractora, generando una intensa humareda que alertó a los vecinos del edificio. La coordinación entre el personal del restaurante y los servicios de emergencia fue clave para restablecer la normalidad sin daños personales que lamentar.
Este incidente refuerza la idea de que la prevención no puede ser opcional, especialmente en entornos donde el fuego y el calor son parte esencial del trabajo diario.
La eficacia de los sistemas de extinción para cocina en locales de hostelería
La instalación de sistemas de extincion para cocina se ha convertido en una exigencia indispensable en la actualidad. Estos sistemas están diseñados para proteger tanto las instalaciones como al personal frente a posibles incendios derivados del uso intensivo de aceites, grasas y equipos térmicos.
Un sistema de extinción eficaz detecta automáticamente el incremento de temperatura en áreas críticas como freidoras, planchas, hornos o campanas extractoras, activando el agente químico correspondiente antes de que el fuego se propague. Este agente, específico para fuegos de tipo F (grasa y aceites), suprime las llamas de forma rápida y evita su reignición.
Además, estos sistemas cortan de manera automática las fuentes de energía —ya sean eléctricas o de gas—, evitando que el incidente se agrave. En el sector hostelero, donde cada segundo cuenta, disponer de esta protección puede ser la diferencia entre un susto y la pérdida total del negocio.
Por ello, las normativas actuales de seguridad contra incendios obligan a que todos los locales de restauración cuenten con sistemas homologados y mantenimientos certificados. La inversión en estos equipos no solo garantiza la seguridad, sino también el cumplimiento legal y la protección del personal y los clientes.
Sistemas automáticos de extinción de incendios en cocinas: tecnología que salva negocios
Los sistemas automáticos de extinción incendios en cocinas han evolucionado hasta convertirse en herramientas inteligentes de respuesta inmediata. A diferencia de los extintores manuales, estos sistemas funcionan de forma autónoma, sin depender de la acción humana, lo que permite una intervención instantánea incluso cuando el personal no está presente en la zona afectada.
Estos dispositivos incorporan sensores térmicos y fusibles de activación, que detectan aumentos de temperatura peligrosos y liberan el agente extintor de manera automática. Este agente químico —normalmente a base de acetato de potasio o carbonato— actúa enfriando y aislando el oxígeno, lo que detiene el fuego de raíz.
El diseño de los sistemas automáticos se integra discretamente en las campanas y conductos de extracción, sin interferir en la operatividad de la cocina. Una vez activado, el sistema interrumpe el suministro de gas y electricidad y puede conectarse a las alarmas del local para avisar a los equipos de emergencia.
La instalación y el mantenimiento periódico de estos sistemas deben ser realizados por empresas certificadas según el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI). El incumplimiento de esta obligación no solo pone en riesgo vidas, sino que también puede acarrear sanciones administrativas y la clausura temporal del negocio.
La importancia de la información contra incendios y la formación del personal
Disponer de informacion contra incendios clara, actualizada y accesible es tan importante como contar con equipos modernos de extinción. Los empleados deben conocer los procedimientos básicos de actuación ante un incendio, las ubicaciones de los equipos de emergencia y las rutas de evacuación.
La formación del personal debe incluir prácticas periódicas y simulacros, con el fin de garantizar una reacción rápida y coordinada en caso de emergencia. Es fundamental saber cómo utilizar los extintores, activar manualmente un sistema de extinción y evacuar al público de forma ordenada.
Los carteles informativos, la señalización luminosa y los planes de emergencia deben estar siempre visibles y en buen estado. Además, la actualización constante del plan de autoprotección permite adaptar las medidas de seguridad a los posibles cambios estructurales o de equipamiento que se produzcan en el local.
Contar con una plantilla bien informada y preparada no solo aumenta la seguridad, sino que refuerza la confianza de los clientes en la responsabilidad y profesionalismo del establecimiento.
Coordinación de los servicios de emergencia: una respuesta eficiente y planificada
La eficacia con la que actuaron los equipos de emergencia en Ribeira demuestra la importancia de una coordinación fluida entre los distintos cuerpos de seguridad. Tras recibir la alerta, el Centro Integrado de Atención ás Emerxencias (CIAE) 112 Galicia activó de inmediato a la Policía Local, la Policía Nacional, el Grupo de Atención ás Emerxencias Municipal (GAEM) y a los Bomberos de Ribeira y Boiro.
El despliegue rápido permitió controlar el fuego, ventilar el local y restablecer las condiciones de seguridad en un tiempo récord. Para facilitar las tareas de extinción fue necesario cortar el tráfico en la vía principal, garantizando así el acceso de los vehículos de emergencia.
Este tipo de operativos evidencian que la colaboración entre instituciones y particulares es fundamental. Los negocios que mantienen sus instalaciones seguras y sus equipos operativos facilitan enormemente la labor de los bomberos y reducen los tiempos de intervención.
Prevención, mantenimiento y compromiso: la fórmula para evitar tragedias
La mejor herramienta contra el fuego sigue siendo la prevención. En los locales de hostelería, esto implica revisar regularmente los sistemas de ventilación, las campanas extractoras y los conductos, donde la acumulación de grasa es el principal origen de incendios.
Cada elemento de una cocina profesional debe ser inspeccionado periódicamente: detectores de calor, extintores, sistemas automáticos y salidas de emergencia. Los mantenimientos preventivos, realizados por empresas certificadas, garantizan que los equipos funcionen correctamente en caso de activarse.
Adoptar una cultura de seguridad significa ir más allá de las obligaciones legales. Es una muestra de compromiso con la vida, la integridad de los trabajadores y la continuidad del negocio. La seguridad no se improvisa: se construye día a día con responsabilidad y formación.
La seguridad es una inversión, no un gasto
El incendio de Ribeira es un recordatorio contundente de que la seguridad en cocinas profesionales debe ocupar un lugar prioritario en la gestión de cualquier negocio hostelero. La combinación de tecnología avanzada, formación adecuada e información preventiva es la única garantía real frente al fuego.
Invertir en sistemas de extinción automáticos, mantenimiento constante y capacitación del personal no solo protege el patrimonio y las vidas humanas, sino que refuerza la imagen de profesionalidad y compromiso ante clientes y autoridades.
En definitiva, la seguridad no es un trámite administrativo, sino la base sobre la que se sostiene un negocio sólido, confiable y preparado para cualquier eventualidad.
