La urgencia de una respuesta inmediata pone sobre la mesa la falta de prevención contra incendios en cocinas industriales
Intensa mañana para los Bomberos de Granada, la de este lunes. No es una frase hecha, es literal. Una jornada que transcurría con normalidad se transformó en cuestión de segundos en una escena de emergencia, cuando alrededor de las 12:15 horas, el servicio de emergencias 112 recibió hasta una decena de llamadas alertando de un incendio en un restaurante ubicado en el número 8 de la Plaza de Bib-Rambla.
Allí, entre platos servidos y comandas a medio leer, se desató un fuego que obligó al desalojo inmediato del establecimiento. Por fortuna, la intervención fue rápida, coordinada y eficaz. Los bomberos acudieron de inmediato y sofocaron el fuego antes de que se propagara, sin que hubiera que lamentar heridos.
Pero lo que queda es la pregunta: ¿Cómo es posible que sigamos teniendo incendios en cocinas profesionales en pleno 2025?
Cocinas industriales: un ecosistema inflamable que exige responsabilidad
No vamos a edulcorar la realidad: una cocina industrial es un polvorín en potencia. Altas temperaturas, grasas acumuladas, extractores saturados, aceites hirviendo, enchufes sobrecargados… Es el entorno perfecto para que cualquier descuido se convierta en tragedia.
Y aquí viene el punto clave que nadie quiere mencionar: la mayoría de estos incendios se pueden evitar. Lo que falta, demasiadas veces, es inversión en seguridad real. Seguridad que, en este tipo de entornos, se llama sin rodeos: sistemas de extinción para campanas industriales.
Estos sistemas están diseñados para actuar en segundos, detectar el foco del fuego en su nacimiento, cortar el suministro de gas y sofocar las llamas sin intervención humana. Son tecnología probada, eficaz, y disponible para cualquier negocio responsable.
El coste de no estar preparado: ¿cuánto vale la tranquilidad?
Una pregunta recurrente, cuando se habla de estos sistemas, es: ¿cuál es el precio sistema automático de extinción de incendios en cocinas? La respuesta es sencilla: infinitamente menos de lo que cuesta un solo día con el local cerrado por incendio.
Una instalación profesional puede costar entre 2.000 y 5.000 euros, dependiendo del tamaño de la cocina y del tipo de sistema. Pero hablemos claro: ¿cuánto cuesta reconstruir una cocina arrasada? ¿Cuánto cuesta recuperar la confianza de tus clientes? ¿Cuánto cuesta la reputación de un negocio comprometido por negligencia?
Porque eso es lo que es: negligencia, no hay otra palabra. Si gestionas un restaurante y no inviertes en un sistema automático de extinción, estás jugando a la ruleta rusa con fuego real.
El incendio del lunes: un aviso a gritos
La palabra suena fuerte: incendio. Pero no se puede suavizar. Lo que ocurrió el lunes en Bib-Rambla fue un incendio. Aunque no dejó víctimas, sí dejó claro que el peligro está al acecho en cada cocina sin protección adecuada.
El relato de los testigos es inequívoco: humo denso saliendo por las puertas, trabajadores saliendo a toda prisa, clientes sorprendidos, turistas alejándose del foco. Una escena que podía haber acabado mucho peor si los bomberos no hubieran actuado con la celeridad habitual en ellos.
La reflexión es inmediata: ¿qué habría pasado si el fuego se hubiera propagado al sistema de extracción? ¿Y si hubiera alcanzado una bombona de gas? Aquí no valen los «y si…». Aquí solo valen hechos: la prevención salva vidas, y el tiempo de actuar es ahora.
Responsabilidad empresarial: no hay excusas
La normativa es clara, pero cumplirla por obligación no basta. El empresario que no toma la iniciativa en la protección contra incendios está poniendo en peligro su negocio, a sus empleados y a sus clientes.
Hay que ser tajantes: tener extintores no es suficiente, ni hacer simulacros cada seis meses. La única solución efectiva en una cocina profesional es un sistema automático de detección y extinción, que actúe sin esperar la intervención humana.
Y lo mejor es que hoy existen soluciones modulares, adaptables, económicas y certificadas, pensadas para cocinas de todos los tamaños. El que no las instala, simplemente no quiere hacerlo.
Renovar o instalar: pero nunca ignorar
Lo ocurrido en Granada debería ser un punto de inflexión para todos los hosteleros que aún no han instalado estos sistemas. Y para quienes los tienen desde hace años: revisar, mantener y actualizar es igual de vital.
No se trata solo de cumplir con la ley. Se trata de tener la conciencia tranquila de que, pase lo que pase, tu cocina está preparada para responder con eficacia ante un incendio.
Una lección que no debe olvidarse
El fuego en Bib-Rambla no ha sido el primero, y lamentablemente, no será el último. Pero sí puede ser el que marque la diferencia. El que haga que más de uno levante el teléfono y llame a una empresa especializada en sistemas de protección contra incendios.
Porque el fuego no avisa. Pero tú sí puedes anticiparte. Y hacerlo es tan sencillo como decidir hoy mismo instalar ese sistema que mañana puede salvar tu negocio.

