24 días. Eso duró la tormenta Valdés en el Real Ávila. Llegó como promesa, se fue como humo. Su marcha tras la eliminación en la fase de ascenso encendió un fuego que ahora consume al club. Este no es solo un caso más: aquí empezó todo el caos, el ruido, y la tristeza que aún se respira en el estadio.
Si te interesa este tema, puedes seguir leyendo en nuestro blog de extintores, donde abordamos cómo apagar fuegos… incluso los simbólicos.
Guerra en vez de fútbol
Ya no se habla de goles, sino de denuncias. Tras la marcha de Valdés, el Real Ávila encendió otro incendio: una guerra abierta con el Diario de Ávila. Todo por un artículo que, según el club, no fue “verificado”. La respuesta: amenaza de acciones legales y una grieta con la prensa que no para de crecer. Aquí, ni un extintor CO2 podría calmar los ánimos.
Silencios que arden
Lo que más duele no es solo la marcha del míster. Es el silencio de la directiva, que no ha dado la cara por las decisiones tomadas. Los hinchas claman por explicaciones, pero solo reciben comunicados fríos. Como cuando un fuego sigue sin apagar y nadie se atreve a usar el extintor. El respeto, igual que la confianza, está hecho cenizas.
La chispa final
El 22 de mayo explotó todo. Un artículo titulado “Un adiós en cuatro partidos” fue el detonante. En vez de apagar el fuego con diálogo, el club contestó con un comunicado que sembró más división. La Asociación de Prensa condenó el ataque, y el ambiente se volvió irrespirable. Todo esto, por no saber usar un extintor a tiempo.
Más allá del fútbol
Esta no es solo una historia de un entrenador que se va. Es una alerta para todos los clubes: las crisis mal gestionadas queman más que cualquier incendio real. Si te interesa cómo prevenir verdaderas tragedias, échale un ojo a nuestro artículo sobre el uso correcto del extintor CO2, te puede sorprender.

