Un calor mortal en Río Grande

En Margen Sur, Río Grande, un domingo que parecía uno más se volvió pesadilla. Las llamas no solo quemaron madera, plástico y techos; también se llevaron una vida. Miguel Ángel Maira Clemente, de 36 años, fue encontrado sin vida entre los restos carbonizados de su hogar. La cocina, su refugio de calor, fue el inicio del infierno. El barrio Argentino no volvió a ser el mismo.

Cuando el extintor no estuvo a tiempo

Cuatro viviendas se vieron arrasadas, una quedó en ruinas. El fuego no perdonó nada, ni siquiera el aire. La tragedia fue tan rápida como el viento. Un extintor co2 podría haber hecho la diferencia, pero llegó demasiado tarde. El Jefe de Bomberos confirmó que no hubo intención criminal, solo desesperación por calentar un hogar con lo poco que había.

Un hogar improvisado, un final anunciado

La casa apenas se mantenía en pie. Usaban las hornallas como calefacción porque no tenían más. La conexión de gas era irregular y peligrosa. El fuego nació en la cocina y se tragó todo a su paso. Un extintor podría haber detenido el avance, pero cuando todo arde, hasta el tiempo huye. El barrio observó con impotencia cómo las llamas consumían sus recuerdos.

Lecciones entre cenizas

Las investigaciones siguen. La justicia se encarga ahora de recoger piezas del desastre. Mientras tanto, es urgente repensar cómo protegemos nuestros espacios. Si quieres saber cómo actuar ante un incendio o prevenirlo, visita nuestro blog de extintores. Porque una chispa puede cambiarlo todo. No esperes a que el humo te despierte.

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